De acuerdo con un estudio presentado por la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), 85 % de la plantilla de los empleados públicos se acogería al sistema de «teletrabajo».
Según una encuesta realizada por el sindicato mayoritario, se propone implantar un modelo mixto y regulado para controlar las horas de trabajo y la productividad.
«Existe una demanda real y existen muchas ventajas», ha dicho la secretaria general de Igualdad del CSIF, María Ángeles Mur, quien ha explicado que proponen un modelo regulado mixto y con garantías, que incluiría, por ejemplo, dos días de trabajo presencial y tres con teletrabajo, pero con «control del tiempo y de la productividad».
Debe respetar los derechos de los trabajadores, como el de la desconexión, «porque también puede convertirse en una arma letal» para los que se acojan a esta modalidad de trabajo, y podrían beneficiarse el conjunto de los empleados públicos, salvo los que ocupan puestos de cara al público, ha señalado.
Esta propuesta, que debe ser voluntaria y consensuada, será trasladada por el sindicato a la mesa de negociación con el Ministerio de Política Territorial y Función Pública, prevista para el mes de octubre.
«No queremos que sea un sistema de escaqueo, pero tampoco queremos la cultura de presentismo y sobre todo este modelo debe garantizar la igualdad respecto a los otros trabajadores presenciales», ha dicho la responsable del CSIF.
Ha destacado que sería especialmente beneficiosos para trabajadores que se incorporan tras una enfermedad, personas con discapacidad, trabajadores de mayor edad que podrían prolongar su etapa laboral y para todos aquellos que esta autonomía les pueda dar mayor motivación, entre otros.
Además, el sindicato defiende suprimir el cambio de hora y mantener durante todo el año el horario de invierno.
Desde la Comisión Nacional para la Racionalización de Horarios en España (Arhoe) han respaldado la propuesta de «teletrabajo» porque, según su presidente, José Luis Casero, no solo favorece la conciliación, sino que reduce los traslados y por tanto la contaminación que generan, así como el absentismo laboral, porque el trabajador se encuentra a gusto en su puesto de trabajo.
«La administración debería marcar tendencia y no la marca; tiene los medios y las posibilidades y debería apostar por esos modelos e incorporarlos en la negociación colectiva como un derecho de los trabajadores no negociable», ha opinado el presidente de Arhoe.