Ryanair ha recortado sus previsiones de pasajeros para el verano de 2020, debido a los posibles retrasos en las entregas de los aviones Boeing 737 MAX.
La compañía aérea de bajo coste más grande de Europa ha señalado que esta medida afectará a los puestos de trabajo, porque tendría que cerrar o hacer recortes en algunas de sus bases para invierno de 2019 y verano de 2020.
Ryanair espera transportar un 3% más de pasajeros el próximo verano, por debajo de su previsión anterior del 7%. Esto reduce su estimación de tráfico para el año hasta marzo de 2021 a alrededor de los 157 millones, en lugar de en 162 millones.
Desde marzo de este año, el avión más vendido de Boeing no tiene permiso para volar, después de que se registraran dos accidentes en Etiopía e Indonesia, que causaron la muerte de un total de 346 personas. El constructor de aviones lleva varios meses trabajando en la reparación del software.
Personas con conocimiento en el asunto han dicho que se espera que se presente a los reguladores en septiembre.
Los directivos de Ryanair esperan que el 737 MAX vuelva a funcionar antes de que finalice este año y prevé que el primero de los nuevos aviones será entregado en enero y febrero de 2020. Pero la fecha exacta es incierta y Ryanair ha revisado su planificación de verano de 2020 basándose en 30 aviones adicionales, en lugar de 58.
Michael O’Leary, el director ejecutivo de Ryanair, ha señalado en un comunicado que “Boeing espera que se presente un paquete de certificación a los reguladores en septiembre y que se vuelva a poner en servicio poco después”.
La compañía aérea ha indicado que tiene previsto iniciar conversaciones con los aeropuertos para determinar cuáles de sus bases de bajo rendimiento o deficitarias se podrían reducir o cerrar a partir del próximo mes de noviembre. Ryanair también ha aclarado que va a consultar con los sindicatos esta decisión.