La agencia estatal italiana de pensiones, INPS, ha indicado que los planes del Gobierno para adelantar la jubilación costarán a las generaciones futuras alrededor de 100.000 millones de euros.
Tito Boeri ha indicado ante una comisión parlamentaria que la reforma “aumentará la deuda por las pensiones para los jóvenes en unos 100.000 millones de euros. No tenemos más remedio que hacer sonar la alarma”.
El Gobierno ha destinado 7.000 millones de euros en el presupuesto del año 2019 para permitir que las personas se jubilen a los 62 años si han pagado las contribuciones a las pensiones durante al menos 38 años. Actualmente, los trabajadores necesitan al menos 42 años de contribuciones antes de jubilarse.
Matteo Salvini, vice primer ministro de Italia, ha señalado que al suavizar la reforma de las pensiones se permitirá que 400.000 personas se jubilen antes de lo esperado, abriendo una cantidad similar de empleos para los jóvenes.
Asimismo, ha dicho que “como italiano, invito al Dr. Boeri, quien una vez más está defendiendo su querida ley Fornero (en referencia a la reforma de pensiones de 2011), a renunciar al INPS y presentarse en las próximas elecciones con un compromiso de campaña para que las personas se jubilen a los 80”.
El mandato de Boeri en el INPS culmina el próximo mes de febrero y es poco probable que permanezca en su puesto después de varios enfrentamientos con los partidos gobernantes.
La semana pasada, Salvini dijo que las empresas controladas por el Estado estaban listas para contratar a decenas de miles de personas si se reducía la edad de jubilación.
Por su parte, el Banco de Italia dijo que recortar la edad de jubilación podría poner en peligro la sostenibilidad del sistema de pensiones. De acuerdo a los análisis de la entidad, no hay pruebas de que aumentar la edad de jubilación reduzca el empleo juvenil.
Boeri ha comentado que las nuevas medidas podrían elevar el gasto en pensiones en 1% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2021.