Orange Polonia ha vendido parte de su fibra al fondo de pensiones holandés APG.
La compañía de telecomunicaciones ha informado en un comunicado que creará una filial conjunta al 50% para desplegar fibra óptica en el país con APG, que pagará unos 1.374 millones de zlotys (303 millones de euros) por su parte en la sociedad.
La empresa estará valorada en 2.748 millones de zlotys (605 millones de euros) e integrará más de 700.000 hogares con fibra. El objetivo es desplegar fibra óptica en 1,7 millones de emplazamientos adicionales en los próximos cinco años.
De acuerdo a lo que ha adelantado la compañía, Orange recibirá un 65% del importe de la operación cuando se cierre, y el monto restante será pagado en la medida en que los planes de despliegue avancen.
Esta operación aún debe recibir la aprobación del regulador y se espera que se cierre el próximo mes de agosto.
La fibra se va a instalar en lugares donde hasta el momento la «infraestructura de banda ancha es limitada o inexistente».
En una presentación para inversores, Orange ha concretado una serie de objetivos como pequeñas ciudades sin fibra óptica, zonas residenciales a las afueras o ciertas urbanizaciones.
Mari-Noëlle Jégo-Laveissière, la consejera delegada de Orange, ha explicado en un comunicado que APG es un «líder global en gestión de infraestructura» y dará a Orange «el apoyo financiero necesario» para poder cumplir con su plan de despliegue a cinco años.
Por otro lado, Ramón Fernández, el director financiero de Orange, ha comentado que la empresa está fortaleciendo su «liderazgo» y «fomentando la creación sostenida de valor».
Este año Orange ha creado una filial de fibra para despliegues rurales en Francia con varios socios y ha segregado sus torres en la filial Totem, siguiendo la estrategia de otras grandes operadoras que buscan nuevas vías para compartir costes en activos físicos.