La alemana Adidas, gigante de la ropa deportiva y actual patrocinador del Mundial, asume como su nicho y territorio natural el fútbol, por lo cual quiere evitar a toda costa ser superada en su propio terreno por la estadounidense Nike, tal como ha estado sucediendo en otros deportes.
Tan sólo faltan tres meses para uno de los mayores eventos deportivos que suceden en el mundo, la Copa Mundial FIFA 2014. Adidas y Nike están en medio de una ardua batalla de marketing que coincide con la feroz rivalidad en el terreno de juego entre países como Brasil y Argentina.
Adidas y Nike, son los principales grupos empresariales que dominan la industria de equipamiento para el fútbol, la cual alcanza una cuota anual cercana a los 5.000 millones de dólares (3.600 millones de euros).
Las dos empresas enfocadas en el deporte mundial, compiten por ser la primera empresa que ocupa el suministro de botines de alta tecnología y camisetas de alto rendimiento, para ello usualmente firman contratos exclusivos con figuras del fútbol mundial, así por ejemplo algunos de los nombres que visten indumentarias de Adidas son Messi, Özil, Marcelo, Casillas, Van Persie, entre otros, mientras que Nike tiene contrato con Cristiano Ronaldo, Neymar, Iniesta, Rooney, Pirlo, entre otros.
«Olvida todo lo que puedas haber oído o escrito acerca de un débil desempeño de Adidas en el fútbol en 2013. Somos líderes en esta categoría, algo que está muy cerca del ADN de Adidas», afirmó recientemente el presidente ejecutivo de la firma alemana, Herbert Hainer.
«El 2014 es un año de fútbol y será un año de fútbol de Adidas», indicó Hainer, el cual afirmó poseer un récord de ventas anuales relacionadas con el fútbol de unos 2.800 millones de dólares (2.000 millones de euros).
A pesar de estos datos optimistas presentados por Hainer, tuvo que reconocer que la competencia que tienen actualmente con Nike es implacable, ya que ambas marcas deportivas Adidas y Nike comparten más del 80 por ciento del mercado total.
Mientras tanto Nike, ha estado construyendo un mercado sólido a través del tiempo y su negocio ha crecido con rapidez, luego de que pudo ingresar en el mundo del fútbol hace 20 años cuando la Copa del Mundo se llevó a cabo en los Estados Unidos de América. La firma genera unos ingresos aproximados de 2.000 millones de dólares (1.440 millones de euros) en todo lo relacionado con este deporte y se autodenomina como la marca líder en el fútbol.
La empresa americana equipará con toda la indumentaria deportiva a la selección brasileña de fútbol, anfitriona del próximo Mundial, y de 10 de los 32 países que formarán parte del mayor evento futbolístico a nivel mundial que se inicia en junio, superando a sus dos principales rivales Adidas y Puma.