La huelga general que se realiza en Argentina ha obligado a la aerolínea chilena Lan Airlines a suspender toda su operación doméstica en el país. La restricción también ha afectado a algunos vuelos internacionales, entre ellos cuatro de Santiago de Chile y Buenos Aires.
La huelga general convocada en Argentina, por sindicatos enfrentados con el Gobierno de la presidenta Cristina Fernández, arrancó con paros en el transporte público. La protesta comenzó poco antes de la medianoche, con el cese de actividad en el sector de combustibles, y siguió con el paro en los transportes públicos.
Los sindicatos permitieron una extensión en el servicio de algunas líneas de colectivos, para el traslado de los aficionados del San Lorenzo, tras un partido de fútbol de la Liga de los Libertadores.
Por la situación, la aerolínea difundió un comunicado en Santiago, en el que asegura que ha tomado todas las medidas necesarias «para afectar en el menor grado posible a sus pasajeros». De igual manera, la compañía señaló que reprogramó un quinto vuelo para este viernes 11 de abril (entre ambas capitales). «Los pasajeros que vuelen dentro, desde y hacia Argentina el día 10 de abril, favor revisar el sitio web de la compañía», precisó el comunicado.
A través del documento, la aerolínea lamentó los inconvenientes que generará la situación a sus clientes, «ajena a su voluntad», y aseguró que entregará diversas alternativas para que los pasajeros afectados puedan modificar sus viajes planificados.
La protesta es la segunda huelga general que afronta Cristina Fernández, y ha sido convocada por el ala opositora de la Confederación General del Trabajo (CGT), encabezada por Hugo Moyano, antiguo aliado de los Kirchner.
Dentro de sus solicitudes, los gremios destacan mejoras salariales por encima del 40%, y un aumento del salario exento del pago de Ganancias, un impuesto a la renta que pesa sobre los trabajadores en Argentina que ganan más de 15.000 pesos mensuales (1.352 euros).
La última huelga general convocada en Argentina, en noviembre de 2012, tuvo un alto seguimiento y paralizó gran parte del país.
Se prevé que la medida de fuerza dure 24 horas e impacte, sobre todo, en los servicios de transporte público -buses, trenes, metro-. Por ello, la posibilidad de traslados para la gente en la ciudad se limita a coches particulares y taxis.