VidaCaixa ganó el año pasado 887,9 millones de euros, un 11,7 % más que en 2019, pese a la crisis de la covid-19, que también impactó en el negocio asegurador.
El beneficio del grupo asegurador de CaixaBank creció a doble dígito el año pasado por la contribución del negocio recurrente y la aportación de sus participadas, como SegurCaixa Adeslas, a pesar de que las primas y las aportaciones sumaron el año pasado 9.608,6 millones de euros, un 18,5 % menos que en 2019.
El consejero director general de VidaCaixa, Javier Valle, ha atribuido ese descenso en primas y aportaciones durante 2020 a la inactividad provocada durante algunos meses por la pandemia y al entorno de tipos de interés bajos, que hace menos atractivos algunos productos.
No obstante, Valle ha apuntado que la generación de resultados de VidaCaixa es «bastante independiente» de la evolución de las primas durante un solo ejercicio, y se sustenta «en la cartera histórica acumulada durante años» de pólizas de vida-riesgo y productos de ahorro.
El directivo ha asegurado que la evolución de los diferentes negocios ha sido positiva tanto en términos de volumen de la cartera como de margen, y de hecho el negocio en el ramo de vida-riesgo aumentó un 10,5 % durante 2020 y alcanzó los 1.070 millones de euros en primas.
VidaCaixa cerró 2020 con un volumen de recursos gestionados de 96.467,2 millones de euros, un 3,7 % más que en 2019, a pesar de la parálisis provocada por la pandemia durante algunos meses.