Mapfre ha aprobado su plan estratégico 2016-2018 que pone el foco en el crecimiento rentable y se apoya en las fortalezas tradicionales de la compañía. Según ha informado Mapfre, las cuatro grandes líneas estratégicas del nuevo plan son: orientación al cliente, transformación digital, excelencia en la gestión técnica y cultura y talento humano.
Mapfre trabaja en orientarse a las necesidades de su clientes y considera a esta línea como el motor y el justificante de todos los demás. Su trabajo se centrará en el diseño de productos personalizados y en una gestión individualizada y a la medida de cada cliente.
La compañía también se ha marcado como objetivo trabajar en la transformación digital poniendo en marcha casi 200 proyectos relacionados que sirvan para que Mapfre se adapte a esta nueva realidad.
En cuanto a la excelencia en la gestión técnica, va muy ligada a las anteriores líneas. Se trata de ser una empresa competitiva, en el que la cultura y el talento humano, también dos líneas estratégicas fundamentales, sean el elemento diferenciador.
Junto con estos cuatro ejes hay otro elemento que es imprescindible: la innovación, que afecta a todos los procesos e involucra a todos los empleados.
Mapfre ha descrito todos estos factores como “palancas sobre las que Mapfre se apoyará para construir su futuro y que van a permitir a la compañía seguir creciendo de manera rentable, crear empleo y valor para el accionista y para la sociedad”.