Adif, la compañía pública promotora y gestora de la red ferroviaria española, ha perdido ingresos por 166 millones de euros en los casi dos meses transcurridos desde que se paralizaron los transportes en virtud del estado de alarma decretado para combatir la crisis sanitaria.
Así lo aseguró su presidenta, Isabel Pardo de Vera, quien indicó que la compañía baraja unas «previsiones realistas» ante esta crisis, que pasan por que la circulación de trenes AVE y de Larga Distancia se mantenga en alrededor del 30% de lo habitual hasta agosto y registre una paulatina recuperación hasta alcanzar el 50% a partir de septiembre.
Adif tiene una de sus principales fuentes de ingresos en el canon o peaje que cobra a los operadores ferroviarios, por el momento solo a Renfe, por circular por las vías y utilizar las estaciones de tren y el resto de instalaciones ferroviarias. Así, la paralización del servicio ferroviario que ha supuesto la alarma se traduce en merma de ingresos para la firma gestora de la infraestructura.
Durante su intervención por videoconferencia en el ciclo ‘Diálogos Digitales’ del Colegio de Ingenieros de Caminos de Madrid, la presidenta de Adif aseguró que actualmente su «responsabilidad pasa por que la compañía no llegue a una situación de insolvencia».
Según indicó, la actual crisis sanitaria generada por la pandemia de coronavirus constituye el «mayor reto» al que se ha enfrentado Adif.
No obstante, asegura también tener la «mirada puesta en que entre 2020 y 2021 se lanzará una nueva movilidad, que será la mejor movilidad», aseveró.
En cuanto al plan de desescalada, la presidenta de Adif explicó que la compañía ha vinculado sus protocolos de actuación a la evolución en las provincias, «con flexibilidad para poder adaptarse a los parámetros que se estimen en cada momento».
Pardo de Vera ratificó que se mantiene la liberalización del transporte de viajeros en tren para el próximo 14 de diciembre tal como está previsto.
La presidenta de Adif apuntó que, además, esta apertura a la competencia del sector puede constituir una «palanca» para la recuperación económica», dado que Renfe y los dos nuevos operadores que entrarán en la red, la francesa SNCF e Ilsa (Trenitalia y Air Nostrum), han comprometido inversiones por más de 2.000 millones de euros.
«Vamos a trabajar para que en 2021 el sistema ferroviario empiece a dar de sí todo lo que puede dar, conseguiremos una sostenibilidad que garantice la mayor eficiencia de nuestra red y más servicios al ciudadano», enfatizó en su intervención telemática en el foro del Colegio de Ingenieros de Caminos de Madrid.