El consejo de FCC ha anunciado que llevará a la junta de accionistas del 8 de mayo una reorganización de la compañía, con el objetivo de dejar en la división de servicios medioambientales todos los activos y negocios vinculados a esta actividad que estaban en el perímetro de la matriz.
Con esta operación FCC Medio Ambiente adquiere un mayor tamaño, eleva sus competencias y se prepara para eventuales cambios. Tras la venta del 49% de Aqualia en 2018, una de las opciones con la que se especuló es que FCC abriese la puerta a la entrada de socios en la división especializada en el tratamiento de basuras.
Atendiendo a la normativa de sociedad de capital, será una transferencia de activos importante, ya que este tipo de propuestas solo se llevan a a la asamblea de accionistas cuando la transferencia de activos esenciales a una filial «supere el 25% del valor de los activos que figuren en el último balance aprobado».
Tanto por ingresos como por ebitda, el área de servicios mediambientales es la más grande de FCC. A finales del año pasado, la compañía llevó a cabo una reorganización de la cúpula directiva de la división con la salida de Agustín García Gila, que era presidente de la división y uno de los directivos históricos de FCC.
El otro gran asunto de la junta de accionista de FCC será el pago del primer dividendo desde 2012. La constructora, que repartirá 0,4 euros por acción a través de la fórmula de script dividend (151 millones) encadenó en 2018 su segundo año en beneficios y logró recortar deuda gracias a la venta del 49% de la filial de agua Aqualia, factores que dan comodidad a la banca acreedora y facilitan el cumplimiento de las condiciones financieras (covenants) que los bancos habían impuesto para volver a remunerar al accionista.
Entre los principales beneficiados del pago de dividendo figura Carlos Slim, que controla el 61% de la compañía: el mayor accionista del grupo cobrará unos 93 millones. FCC cerró ayer en Bolsa 11,7 euros por acción, un 0,1% menos.