La embajadora de México en España, Roberta Lajous, ha afirmado que la petrolera estatal Pemex no tuvo intención de dividir los negocios de la empresa española Repsol, y está abogando por la superación de las diferencias entre ambas compañías.
La semana pasada, se llevó a cabo un desayuno informativo en Madrid en el que participaron embajadores de América Latina y algunos representantes del mundo empresarial. En esta reunión, Roberta Lajous ha tocado el tema del conflicto empresarial entre ambas petroleras, y ha señalado que creía que «se ha atribuido mucho más en la prensa de lo que ha sido en realidad».
La Junta de Repsol anunció un cambio en sus estatutos con el objetivo de dificultar una posible segregación de sus divisiones de exploración y producción de hidrocarburos (upstream), de refino y de marketing (downstream).
Petróleos Mexicanos es el tercer accionista de Repsol con el 9,4 por ciento de la petrolera. Esta petrolera mexicana votó la semana pasada en contra del blindaje ante segregaciones, alegando que una medida como esta, le resta flexibilidad a la petrolera española, y la coloca en una situación de desventaja competitiva.
Para la embajadora Roberta Lajous «es muy importante la relación histórica que han tenido Pemex y Repsol como parte de una relación estratégica que ha habido entre México (exportador de petróleo) y España (importador)».
Por otra parte, la diplomática comentó que las empresas españolas pueden tener un «papel muy importante» si se logra establecer una apertura del sector energético en México, no sólo en el tradicional, sino también en las nuevas energías.
El pasado mes de diciembre, México aprobó una reforma constitucional en materia energética, que va a permitir la incorporación de empresas privadas en la explotación de hidrocarburos. Es importante destacar que este sector ha permanecido bajo el monopolio del estado desde el año 1938.
La embajadora Roberta Lajous señaló que a pesar de que México es un país petrolero, el compromiso de su país se centra en alcanzar el 35 por ciento de las tecnologías limpias para la generación de electricidad en el año 2026. Ante este panorama, afirmó que «hay un terreno amplísimo para las compañías españolas en México«.