La tabaquera estadounidense Philip Morris cerró 2019 con un beneficio neto atribuido de 7.185 millones de dólares (6.452 millones de euros), un 9,2% menos que en el año anterior, cuando los ‘números negros’ alcanzaron los 7.911 millones de dólares (7.207 millones de euros).
La facturación total de la empresa descendió un 2,4%, hasta 77.921 millones de dólares (70.983 millones de euros). No obstante, descontando los impuestos especiales por la venta de tabaco, que crecieron un 4,1%, hasta 48.116 millones de dólares (43.832 millones de euros), los ingresos netos de la firma avanzaron un 0,6%, situándose en 29.805 millones de dólares (27.151 millones de euros).
El coste de los productos vendidos experimentó un descenso del 2,3%, hasta 10.513 millones de dólares (9.577 millones de euros), al tiempo que los gastos de marketing, administración e investigación se situaron en 8.695 millones de dólares (7.921 millones de euros), un 17,4% más.
Entre octubre y diciembre, las ganancias de Philip Morris bajaron un 15,4%, hasta 1.616 millones de dólares (1.472 millones de euros), mientras que su cifra de negocio neta avanzó un 2,9%, hasta 7.713 millones de dólares (7.027 millones de euros).
El volumen de cigarrillos vendidos se situó en 706.709 millones de unidades entre enero y diciembre, un 4,5% menos. En concreto, cayó un 11,1% en Este de Asia y Australia, un 10,5% en Latinoamérica y Canadá, un 7,4% en Este de Europa, un 3% en la Unión Europea, un 2% en el Sudeste Asiático y un 1,5% en Oriente Próximo y África.
Entre las principales marcas del grupo, el volumen de ‘Marlboro’ se contrajo un 0,6% y ‘L&M’ creció un 3,4%. Mientras tanto, las ventas de ‘Chesterfield’ cayeron un 3,8%, las de ‘Philip Morris’ lo hicieron un 1,4% y las de ‘Parliament’ se redujeron un 7,1%.
El volumen de tabaco sin combustión creció un 44,2% durante el año, convirtiéndose en la tercera marca de la compañía.