El fabricante automovilístico alemán BMW, con las marcas BMW, Mini y Rolls-Royce, logró un beneficio neto de 2.177 millones de euros hasta septiembre, un 39,8% menos que un año antes, pero volvió al beneficio en el tercer trimestre tras haber entrado en pérdidas en el segundo por la pandemia del coronavirus.
BMW informó que el resultado operativo se redujo entre enero y septiembre hasta 2.622 millones de euros, un 48,2% menos que un año antes. El beneficio operativo en la división automovilística cayó hasta 152 millones de euros (-94,3 %) y en la de motos bajó hasta 110 millones de euros (-51,3 %). Los servicios financieros redujeron el resultado operativo un 43,2 %.
El grupo automovilístico alemán facturó entre enero y septiembre 69.508 millones de euros, el 7,1 % menos.
BMW, que interrumpió la producción de forma controlada en marzo en muchas fábricas ante el descenso de la demanda mundial y la reinició en el segundo, dijo que «se pudo beneficiar en el tercer trimestre del fortalecimiento de la demanda regional y de su atractiva cartera de modelos».
Asimismo, BMW mantiene la eficiencia de costes y la gestión de liquidez para poder afrontar las consecuencias de la pandemia en las diferentes regiones.
Oliver Zipse, presidente de BMW, destacó el aumento del beneficio neto en el tercer trimestre y que por ello van en camino de lograr los objetivos establecidos para 2020. Zipse explicó que ajustan la producción a la evolución de la demanda en las regiones y que reaccionan si cambian las condiciones.
BMW prevé que en 2020 la demanda se verá muy perjudicada en los mercados principales por el brote de coronavirus y las medidas que han sido necesarias para frenarlo.
Por ello pronostica que las ventas en la división automovilística serán notablemente más bajas que el año pasado, y en la división de motos la caída será más moderada.
El beneficio antes de impuestos también será este año notablemente más bajo que en 2019.
BMW, que también prevé reducir personal y examina de forma muy crítica cada puesto de trabajo dada la situación actual, considera que las consecuencias negativas de la crisis sanitaria son elevadas y que «tras una estabilización del entorno económico en el tercer trimestre, la dinámica de la pandemia ha aumentado de nuevo notablemente».