Ryanair ha recortado sus previsiones de crecimiento para 2020, debido a que no espera recibir su primer Boeing 737 MAX antes de marzo.
De acuerdo con lo que ha indicado la compañía, el gigante de los vuelos de bajo coste espera recibir su primer 737 MAX en marzo o abril del próximo año 2020 como muy pronto. En julio había dicho que lo esperaba para enero.
Debido a esta demora, Ryanair ha reducido a 20 el número de aviones MAX que espera poner en el aire a mediados del año que viene, desde su previsión de julio de tener 30 y su plan original de 58.
Michael O’Leary, el consejero delegado de la aerolínea, ha señalado que “el riesgo de una demora más prolongada es cada vez mayor”.
Ryanair tiene previsto transportar un total de 157 millones de pasajeros hasta el ejercicio fiscal que acaba el 31 de marzo de 2021, una cifra que se ubica por debajo de su previsión del mes de julio de 162 millones, lo que supone una tasa de crecimiento del 2,6% si se compara con su objetivo de 153 millones para su actual ejercicio fiscal.
Ryanair ha señalado que sus previsiones sobre los precios medios para el resto del año son “prudentes”.
La línea aérea ha obtenido un beneficio después de impuestos de 1.150 millones de euros (1.300 millones de dólares) en el semestre comprendido entre los meses de abril y septiembre, su periodo más rentable del año.
Estos datos contrastan con una previsión de 1.080 millones de euros de un sondeo entre expertos que fue proporcionado por la empresa.
El resultado reportado por Ryanair ha permitido a la compañía aérea estrechar la horquilla de beneficios prevista para el actual ejercicio hasta finales de marzo a 800-900 millones de euros, frente a los 750-950 millones de euros de su previsión anterior, comparados con los 836 millones de euros de la previsión media de los analistas.