Iberdrola ha recibido el visto bueno del Gobierno de Portugal para poner en marcha el mayor proyecto hidráulico en el país vecino, que finalmente se construirá en un plazo máximo de nueve años y se invertiran los 1.700 millones de euros que tenía previstos para la construcción de tres centrales hidroeléctricas en el norte del país: Alto Támega, Daivoes y Gouvaes.
El Ejecutivo de José Sócrates había prohibido el proyecto, pese a ser adjudicado. Asimismo, se dejó llevar por las presiones de grupos ecologistas, pese a que se crearían 15.000 empleos en la región, según recoge este miércoles ABC.
Este macroproyecto, además, facilitaría las interconexiones eléctricas entre Portugal y España a través de Galicia. Para Iberdrola supone»reforzar nuestros lazos y compromisos con Portugal, un país al que nos sentimos especialmente unidos y en el que queremos ser motor de desarrollo, ayudando a hacer frente a sus necesidades energéticas y, de esta manera, colaborando en su desarrollo económico y social».