Enagás está estudiando la sentencia dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), que paraliza la construcción de la regasificadora de Granadilla (Tenerife). El objetivo es evaluar su impacto y decidir su próxima línea de actuación.
Fuentes de la empresa han señalado a Europa Press que sus servicios jurídicos han empezado a estudiar «con detalle» el fallo judicial hecho público este martes, y que admite el recurso contencioso-administrativo presentado por la Plataforma Ciudadana contra el puerto de Granadilla.
La sentencia anula la declaración de impacto ambiental y la autorización administrativa debido a que el estudio de impacto no analiza el efecto acumulativo de las actividades peligrosas de la zona, especialmente con la central térmica.
Contra el fallo cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo (TS) y la posibilidad de solicitar una suspensión cautelar para que puedan empezar las obras, previstas para el segundo semestre de este año y con una inversión aproximada de 300 millones de euros.
Enagás es la titular del proyecto de la regasificadora –también sobre el de Arinaga, en Gran Canaria— tras adquirir Gascan a comienzos de año por importe de nueve millones de euros.
En 2014, Enagás obtuvo un beneficio neto de 406,5 millones de euros, un 0,8% más que 2013.