Iberia registró el pasado año un beneficio antes de partidas excepcionales de 437 millones de euros, un 16,2 % más que en 2017, y prevé seguir creciendo en capacidad durante el presente ejercicio, reforzando los mercados en los que ya opera.
La empresa prevé incrementar su capacidad en un 8,9 % en 2019, ligeramente por debajo del 9,6 % del año pasado, sobre todo en los mercados de Latinoamérica, ha señalado este jueves su presidente, Luis Gallego.
Gallego ha subrayado, en una conferencia telefónica con los medios españoles, que buena parte de este crecimiento, que ha calificado de «muy grande», se concentrará en el primer trimestre del presente ejercicio.
Según Gallego, la compañía no tiene previsto lanzar nuevos destinos en el segmento de largo recorrido, mientras que, en el de corto y medio alcance, está abriendo rutas adicionales, pero todas ellas estacionales.
El foco principal del crecimiento de Iberia es reforzar sus mercados principales, con el objetivo de dar una mejor propuesta y valor al cliente, ha insistido.
El beneficio logrado en 2018 por Iberia supone un incremento de 61 millones de euros respecto al ejercicio anterior, alcanzando un margen operativo ajustado del 10 %.
Los ingresos totales repuntaron un 6,6 %, hasta los 5.182 millones de euros, mientras que los de pasaje un 5,9 % (3.765 millones).
Los ingresos unitarios de pasaje se redujeron a consecuencia del descenso del «yield», compensado parcialmente por el incremento del coeficiente de ocupación.
Los costes unitarios, excluido el combustible, descendieron, mientras que los de personal y la productividad mejoraron, gracias a las iniciativas de eficiencia emprendidas en el marco de su Plan de Futuro II.
Por su parte Vueling, que forma parte del mismo grupo aéreo IAG, tiene previsto incrementar un 5,5 % su capacidad en 2019 frente al 8,9 % durante el ejercicio pasado.
Su presidente, Javier Sánchez-Prieto, ha explicado que la salida de algunos destinos «forma parte de la gestión habitual» que hace la aerolínea de la red.
Su estrategia es crear mayor densidad en la red, volar más a los sitios a los que ya opera y evitar destinos estacionales y con pocas frecuencias, además de aquellas rutas en las que las incidencias en el control aéreo en Europa hacen más compleja la operación.