Los bancos de la eurozona pueden hacer frente a años de tipos de interés ultrabajos, según un documento de investigación publicado por el Banco Central Europeo (BCE).
Ciertas entidades bancarias han comunicado que es imposible mantener su rentabilidad mientras exista un entorno de tasas de interés tan bajas, haciendo que los esfuerzos del BCE para estimular la economía sean en vano al traer como consecuencia que los prestamistas más débiles no puedan llevar el dinero barato a la economía real.
El documento del BCE ha indicado que “aunque mantener las tasas de interés bajas por un tiempo podría tener consecuencias negativas en la rentabilidad de un banco, los efectos adversos significativos sólo se materializan tras un periodo de tiempo relativamente largo y tienden a ser compensados por la mejora de las condiciones macroeconómicas asociadas con unos tipos de interés bajos”.
Los analistas del BCE han señalado que, si las perspectivas macroeconómicas se mantienen sin cambios, el impacto negativo en la rentabilidad bancaria podría ser significativo en un plazo de cinco años, no obstante, la expansión económica amortigua el impacto.
Sobre el escenario más optimista, los analistas han agregado que “para los primeros cinco años, el cambio en el PIB anticipado compensa con creces el impacto negativo en la rentabilidad ligado a las tasas bajas. Entonces llevaría unos 10 años reducir en 25 por ciento la rentabilidad de un banco mediano”.
El BCE ha informado que va a mantener los tipos de interés en sus actuales niveles hasta después que culminen sus compras de activos y los mercados esperan que la primera subida de tipos sea en 2019.