La actividad de las empresas chinas ha registrado un avance durante el presente mes de agosto, según muestra la encuesta de gestores de compra (PMI).
Esta expansión es resultado de la recuperación del sector servicios y la construcción, mientras que la industria manufacturera estabilizó su crecimiento en niveles superiores a los registrados antes de la pandemia.
De este modo, el índice PMI compuesto para China, que agrupa las lecturas del sector manufacturero, de servicios y de la construcción, se ha situado en agosto en 54,5 puntos, frente a los 54,1 del mes anterior, acumulando así seis meses consecutivos al alza, tras el mínimo histórico de 28,9 puntos del mes de febrero.
La expansión de la actividad empresarial en agosto refleja el fuerte crecimiento del índice no manufacturero de China, que incluye los servicios y la construcción, que se ha acelerado por sexto mes consecutivo para alcanzar su mejor lectura en más de un año, hasta los 55,2 puntos desde los 54,2 de julio.
En el caso de la construcción, el correspondiente subíndice se ha situado en agosto en 60,2 puntos, ligeramente por debajo de los 60,5 de julio, mientras que el PMI de servicios ha aumentado hasta los 54,3 enteros desde los 53,1 del mes anterior.
En el caso de la industria manufacturera, sin embargo, el índice PMI se ha situado en agosto en 51 puntos, una décima menos que el mes anterior, aunque por encima de la lectura de 50 puntos anterior a la crisis del coronavirus.
«Las últimas encuestas oficiales del PMI mostraron que el ritmo de crecimiento económico se aceleró en agosto, ya que la actividad más sólida en los servicios compensó con creces una ligera pérdida de impulso en el sector de la fabricación y la construcción», indicó Julian Evans-Pritchard, economista senior para China de la consultora Capital Economics.
En este sentido, el experto considera que «no es demasiado sorprendente que el PMI manufacturero haya comenzado a estabilizarse, ya que el crecimiento de la industria ya ha alcanzado su nivel anterior al virus», mientras que es alentador que la recuperación se esté ampliando al sector de servicios.
Para Evans-Pritchard , «Esto es consistente con nuestra opinión de que un repunte impulsado por la inversión eventualmente también apuntalaría la confianza del consumidor y el gasto de los hogares, manteniendo la recuperación económica general en el buen camino».