Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, ha señalado que «el destino de Italia no está en manos de los mercados financieros», y a pesar de la inestabilidad que existe y la posibilidad de nuevas elecciones en el país, está seguro de que «continuará en su camino europeo».
De esta forma, Juncker se ha desmarcado de las declaraciones ofrecidas por el comisario europeo de Presupuesto, Günther Oettinger, quien en una entrevista con la televisión alemana DW dijo que espera que los electores de Italia comprendan la señal de los mercados y no voten en las próximas elecciones por las formaciones populistas.
Jean-Claude Juncker ha destacado en un comunicado que Italia es uno de los miembros fundadores de la Unión Europea «sin importar qué partido político esté en el poder» y ha contribuido «inmensamente» a la integración europea. Asimismo, ha agregado que «la Comisión está preparada para trabajar con Italia con responsabilidad y respeto mutuo. Italia merece respeto».
Las críticas al comisario europeo de Presupuesto se han presentado no sólo por parte de políticos italianos, sino también por otros representantes de las instituciones en Bruselas.
En una rueda de prensa, el portavoz de la Comisión Europea (CE), Margaritis Schinas, ha calificado estas declaraciones de «imprudentes» y ha agregado que «los italianos y solo los italianos» pueden decidir sobre el futuro de su país.
Pierre Moscovici, el comisario europeo de Asuntos Económicos, ha publicado en su cuenta de Twitter esta semana que «las elecciones políticas se hacen en Roma y no en Bruselas», aunque ambos compartan el patrimonio común de Europa.
Por su parte, Donald Tusk, el presidente del Consejo Europeo, ha pedido a las instituciones de Europa que «respeten a los votantes italianos». Además, Tusk ha destacado que «las instituciones estamos para servir a los votantes italianos, no para darles lecciones».