La inversión de las empresas en Estados Unidos se ha contraído más de lo esperado en el segundo trimestre del año, y las ganancias de los negocios han reportado un crecimiento débil, despertando dudas sobre el desempeño de una economía acechada por amenazas de recesión.
Las inversiones han caído a una tasa anualizada de 1,0% en el trimestre pasado, la baja más acentuada desde el cuarto trimestre del año 2015. Inicialmente se había reportado un descenso en torno al 0,6%.
El declive en el gasto de las empresas se vio afectado por un desplome de 11,1% en el gasto en estructuras, que refleja detrimentos en las categorías de comercio, salud y exploración minera.
Sung Won Sohn, profesor de economía en la Universidad Loyola Marymount, ha señalado que debido a “la incertidumbre (…), las firmas están muy cautas sobre el gasto en construcción y equipamiento, y no es buena señal” y ha agregado que “las empresas son las que contratan, dan ingresos y poder de compra a los consumidores”.
El reporte muestra que la economía en estados Unidos ha crecido a una tasa no revisada de 2,0% en el segundo trimestre. El gasto del consumidor más fuerte en cuatro años y medio ha permitido compensar la debilidad en las exportaciones y una tasa más lenta de inversión en inventarios.
Entre los meses de enero y marzo, el Producto Interno Bruto (PIB) obtuvo un alza a una tasa anualizada del 3,1%, mientras que en el primer semestre del año se ha reportado una expansión del 2,6%.
Los expertos han señalado que el retroceso en el gasto de las firmas se debe, en gran parte, a la pugna entre el gobierno del presidente Donald Trump y China.
Las cifras débiles, que fueron publicadas la semana pasada por el Departamento de Comercio, podrían generar dudas sobre la capacidad que tienen los consumidores de seguir sosteniendo la economía.