El Gobierno de Argentina ha expresado su confianza en que la reactivación de su comercio con Brasil, y la apertura de nuevos mercados, permitan recuperar su industria automovilística.
Esta industria ha sido golpeada por una brusca caída de las exportaciones al país vecino. La menor demanda de coches de Brasil, y la caída en ventas a nivel local por la subida de precios de los coches tras la devaluación, están haciendo sufrir a la industria automovilística argentina, una de las más dinámicas de la década, que tiene decenas de miles de coches sin despachar y que comienza a suspender personal debido al exceso de stock.
«Nuestra agenda tiene que ver con acciones conjuntas con Brasil, la revitalización próxima del mercado externo brasilero y las misiones comerciales que se han realizado con México«, ha dicho el jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich. Durante una rueda de prensa, el funcionario señaló la esperanza del Gobierno en el comercio bilateral, al ser consultado por medidas para reactivar este sector económico.
Hace unas semanas, el ministro brasileño de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Mauro Borges, viajó a Argentina. Ahora, su homóloga argentina, Débora Giorgi, y el ministro de Economía argentino, Axel Kicillof, viajarán en los próximos días a Brasil para avanzar en la renovación del acuerdo comercial automovilístico entre ambos países, que vencerá el próximo 30 de junio.
Capitanich agregó que Argentina busca también integrar la producción de piezas de automóviles, y supervisar los mecanismos de financiación en el mercado local, pero descartó rebajar impuestos para la compra de coches.
La actividad industrial en Argentina registró en 2013 un retroceso del 0,2 % respecto al año anterior, pero la producción de automóviles se desplomó un 28,4 % en 2013, según datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). Brasil es el destino del 86 % de las exportaciones de automóviles de Argentina, según Capitanich.
Por su parte, el presidente de Fiat Argentina, Cristiano Rattazzi, minimizó los rumores «de gravedad en la industria automotriz». Además sostuvo que hay que «buscar nuevos mercados» para revertir la tendencia hacia la baja.
«A mí lo que me gusta de (Axel) Kicillof (ministro de Argentina) es que puedes hablar, puedes contestar, se puede refutar, se puede discutir. En algunas cosas él tienen razón, sobre cómo se curan ciertas mañas de la economía argentina que vienen desde hace 80 años», afirmó el empresario de Fiat Argentina.