La economía de Rusia se contrajo un 3,7% en 2015, según datos preliminares de crecimiento publicados esta semana por el Servicio Federal de Estadísticas (Rosstat).
Estas cifras mejoran en dos décimas el último pronóstico ofrecido por el Ministerio de Economía, que fijaba una contracción del 3,9%.
El Gobierno de Rusia prevé que la recesión, que lleva más de un año y medio, podría continuar durante 2016 si el precio del barril del petróleo Brent, de referencia en Europa, se vende por debajo de los 50 dólares.
Las últimas previsiones del Gobierno actualizadas para este año señalan que el Producto Interno Bruto disminuirá 0,8%, en consonancia con los cálculos del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que pronostican para Rusia un crecimiento negativo del 1%.
En el peor de los casos, señala la previsión de Economía, si el precio medio anual del barril de petróleo ronda los 25 dólares, la economía entonces caerá en torno a un 3,9%.
El ministro ruso de Desarrollo Económico, Alexey Ulyukayev, opina que el precio del petróleo “tiene potencial de recuperación” ante el incremento de la demanda observado el año pasado y el crecimiento de la economía global, lo que permitirá que el precio medio por barril en 2016 sea superior a los 30 dólares. En este sentido, piensa que habrá algún tipo de reequilibrio.
Por su parte, el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev había advertido que la depresión económica que vive Rusia puede durar varios años, debido a que “el fin de la caída del Producto Interno Bruto no supone automáticamente el paso al crecimiento”.