Standard & Poor’s ha tomado la decisión de mantener la calificación de la deuda soberana de Italia en “BBB”, pero ha reducido su perspectiva a “negativa” desde “estable”.
El hecho de que S&P haya dejado la calificación en “BBB”, a dos escalones de la categoría “basura”, va a suponer un alivio para el Gobierno de Italia, que está discutiendo con la Comisión Europea por su presupuesto para 2019.
No obstante, S&P ha criticado que el déficit fiscal del próximo año va a superar la meta y que la deuda pública no se va a reducir de acuerdo a lo previsto.
La agencia de calificación ha explicado que “la configuración de la política económica y fiscal del Gobierno italiano está afectando las perspectivas de crecimiento económico del país, un punto crítico para la relación deuda-PIB que proyecta el Gobierno”.
Asimismo, ha agregado que “desde nuestro punto de vista, la configuración de la política económica y fiscal del Gobierno ha erosionado la confianza de los inversores, como se refleja en el alza de los rendimientos de la deuda pública”, y ha advertido sobre problemas para los bancos del país, que poseen una gran cantidad de bonos soberanos de Italia.
S&P ha señalado que, si los rendimientos de la deuda soberana en manos de los bancos siguen subiendo, podrían reducir sus capacidades de financiar la economía.
La semana pasada, la Comisión Europea rechazó el borrador de presupuesto 2019 que presentó el Gobierno de Italia y le pidió que presentara uno nuevo en un plazo de tres semanas.
El presupuesto presentado por el Ejecutivo italiano apunta a un déficit fiscal del 2,4 por ciento del Producto Interno Bruto, desde el 1,8 por ciento al que se apunta este año, eludiendo el requisito de la Unión Europea de que el déficit debería disminuir constantemente hacia un presupuesto equilibrado.
S&P prevé que el déficit del presupuesto 2019 será del 2,7 por ciento del PIB y ha indicado que la enorme deuda pública de Italia, que el año pasado equivalió a 131,2 por ciento del PIB, se mantendrá estable en torno a 128,5 por ciento los próximos tres años.