El Banco de España cree que no se deberían intervenir los precios de los alquileres, y aboga por impulsar políticas públicas que favorezcan la oferta de la vivienda en alquiler, según apunta en su ‘Informe Anual de 2018’.
Bajo su punto de vista, limitar el precio de las viviendas alquiladas, «según la evidencia internacional», no solo reduce la oferta, sino que «también puede favorecer un deterioro importante de los inmuebles». Por el contrario, sí considera conveniente mejorar la seguridad jurídica para que los propietarios de inmuebles encuentren los incentivos adecuados para ofertar sus propiedades en el mercado de alquiler.
La institución ha recordado que las condiciones de acceso al mercado de la vivienda han tendido a experimentar recientemente un «cierto endurecimiento», sobre todo en lo que respecta al alquiler. También ha destacado que los jóvenes han sido los que más han sufrido por el hecho de que el acceso a la vivienda está condicionado por «la excesiva rotación laboral» y el desempleo.
El Banco de España recuerda que desde 2014 el aumento de los alquileres ha sido elevado, aunque no se ha visto reflejado en el crecimiento del IPC de alquileres, cuyo «moderado» crecimiento (2,2% de promedio anual), según el organismo, se explica porque este índice no incluye información de nuevas incorporaciones al parque de viviendas en alquiler.
Además, ha señalado que, según los portales inmobiliarios, la evolución de los precios de oferta del alquiler «muestra un patrón muy desigual geográficamente». De hecho, ha apuntado que son especialmente elevados los crecimientos acumulados desde 2014 en Madrid y Barcelona, que han visto incrementar desde entonces los precios de los alquileres en un 42% y 38%, respectivamente.
«Estos desarrollos son relevantes a la hora de analizar las dificultades de algunos colectivos para acceder a una vivienda y el retraso en la edad de emancipación de los jóvenes», apunta el Banco de España. Fuentes del organismo han resaltado que los precios del alquiler en algunas ciudades han aumentado de manera bastante llamativa y han puesto de relieve que la demanda ha crecido mucho más que la oferta en determinadas zonas.
La mejora de las expectativas y el aumento del empleo ha favorecido a la demanda de los servicios habitacionales, que había estado «embalsada» durante muchos años. De hecho, en los centros de las grandes ciudades la oferta de vivienda no está siendo lo suficientemente elástica, según las mismas fuentes de la institución.
No obstante, el Banco de España considera que el país «no está en la situación de antes de la crisis», cuando los precios subían en todas las ciudades, barrios y tipologías, sino que en los mercados de la periferia de las grandes ciudades no se está produciendo una recuperación del mercado del alquiler. Para la institución, es necesario priorizar el aumento de la oferta, porque es «la mejor receta» para conseguir una moderación sostenible de los precios.