Bruno Le Maire, el ministro francés de Economía y Finanzas, ha dicho que su Ejecutivo quiere obligar a los directivos de las grandes empresas francesas a tener domicilio fiscal en Francia.
La emisora «France Info» ha informado que Le Marie ha mostrado su intención de que la domiciliación fiscal en Francia sea obligatoria para todos los directivos de grandes compañías galas cuya sede social esté en Francia y ha agregado que ese refuerzo de las reglas de domiciliación se hará mediante la ley.
Para el ministro se verán implicadas todas las grandes empresas, así como también aquellas en las que el Estado tiene una participación.
Para los que no respeten la ley, las autoridades de Francia velarán para que las sanciones impuestas «sean ejemplares».
A principios de enero, el diario «Libération» informó que Carlos Ghosn, el responsable ejecutivo de Renault y Nissan hasta su encarcelamiento el 19 de noviembre, trasladó su domicilio fiscal en el año 2012 de Francia a Holanda, donde los impuestos para las fortunas son inferiores y donde también se fijó la sede de la alianza entre ambas empresas.
Con ese cambio de domicilio, Ghosn evitó pagar el impuesto sobre la fortuna (ISF) francés, así como un gravamen excepcional que aplicó el anterior presidente francés, François Hollande, para aquellas personas que tenían ingresos millonarios.
La semana pasada, el Consejo de Administración de Renault designó al tándem formado por Jean-Dominique Senard y Thierry Bolloré para sustituirle al frente de la empresa con el objetivo principal de restablecer las relaciones con sus socios de Nissan.
El Estado francés es el principal accionista de Renault, con el 15,01% de las acciones y el 22% de los derechos de voto. Bruno Le Maire ha dicho que estarán atentos a las indemnizaciones de salida, que de acuerdo a lo que ha informado la emisora podrían rondar los 25 millones de euros.