El Banco Central de Brasil ha subido los tipos de interés en 150 puntos básicos, hasta el 7,75%.
El organismo ha explicado en un comunicado que, a pesar de un mejor desempeño de las cuentas públicas brasileñas, las dudas alrededor del marco fiscal han aumentado los riesgos de no anclar las expectativas de inflación en el medio plazo, lo que supondría que estas se incrementen por encima del escenario base.
En el mes de septiembre, la inflación de Brasil se ha incrementado un 1,16% en comparación al mes anterior, lo que supone la mayor variación para este mes desde el año 1994, mientras que, en términos interanuales, el incremento de precios ha sido del 10,25%, frente al 9,68% de agosto.
El Banco Central de Brasil ha indicado que los avances de los precios, impulsados por los componentes más volátiles, están superando las expectativas.
Sin embargo, hay presiones adicionales sobre productos y servicios asociados a la inflación subyacente.
El comunicado del banco señala que «las distintas medidas de inflación subyacente se encuentran por encima del rango compatible con el logro de la meta de inflación».
Las proyecciones de inflación del Comité de Política Monetaria del Banco Central de Brasil apuntan a un nivel del 9,5% para este año, un 4,1% en 2022 y un 3,1% para 2023.
Este escenario asume una trayectoria de tipos de interés que se eleva hasta el 8,75% este año, al 9,75% interanual durante 2022 y del 7% interanual en 2023.
El Comité ha indicado que la decisión de subir los tipos en 150 puntos muestra un escenario con un balance de riesgos más convulso de lo habitual. Además, la nueva acción del organismo implica suavizar las fluctuaciones en el nivel de actividad económica y promover el pleno empleo.
EL organismo ha explicado que “el Copom considera que, dado el deterioro en el balance de riesgos y el incremento en sus proyecciones, este ritmo de ajuste es el más adecuado para asegurar la convergencia de la inflación a las metas en el horizonte relevante”.
Por otro lado, el Banco Central de Brasil ha adelantado que prevé otro ajuste de la misma magnitud en la próxima reunión, con el objetivo de que la inflación converja hacia su meta del 3,75%, con un punto y medio de tolerancia al alza (5,25%) y a la baja (2,25%).