Según datos provisionales dados a conocer esta semana por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS), el Producto Interior Bruto (PIB) de Reino Unido creció un 0,4% entre julio y septiembre, frente al 0,3% de los dos trimestres precedentes.
Este incremento, motivado por el impulso del sector manufacturero, es superior al que esperaban los analistas, que habían pronosticado un avance de solo el 0,3% por los efectos de las negociaciones sobre el ‘Brexit‘, la salida británica de la Unión Europea (UE).
Se trata del primero de tres cálculos que hace la ONS sobre la evolución del PIB, por lo que no se descarta que pueda variar ligeramente en las próximas semanas.
El crecimiento en el tercer trimestre se debió a la expansión de los sectores manufacturero y de los servicios, motor este último de la economía británica, a cuyo producto interior bruto contribuye en torno al 79%.
Pese al incremento, el PIB británico presenta una tendencia a la baja en 2017, tras haberse expandido un 0,7% en el último trimestre del año pasado.
Philip Hammond, el ministro de Economía del Gobierno conservador, declaró que el Reino Unido «tiene una economía fuerte y exitosa, que apuntala un número récord de personas con empleo».
«Mi foco ahora, de cara al Presupuesto (del Estado), es impulsar la productividad, para que podamos crear empleos mejor pagados y mejores estándares de vida para los ciudadanos de todo el país», añadió.
El crecimiento registrado en el tercer trimestre hace más probable un aumento de los tipos de interés en el Reino Unido, que están en el mínimo histórico del 0,25% desde agosto de 2016, tras el voto favorable al ‘Brexit‘ en el referéndum del 23 de junio de ese año.