España ha pedido a la Comisión Europea que se use el Fondo Europeo de Globalización para paliar sobre todo las pérdidas de empleo ocasionadas en los países más afectados por la bancarrota del touroperador británico Thomas Cook.
Así lo anunció en Bruselas la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, tras entrevistarse con la comisaria de Empleo, Marianne Thyssen, de quien dijo que se mostró “muy receptiva” a la petición española.
Aprovechando su viaje a la capital comunitaria para asistir al Consejo Europeo de Competitividad, la ministra desplegó una intensa agenda en la jornada de este jueves en la que habló con varios ministros y altos cargos de varios países para reclamar «corresponsabilidad» en la UE ante la crisis generada por la caída del turoperador británico. Maroto también se entrevistó por este asunto con dirigentes de sindicatos europeos.
Según Maroto, España le ha transmitido a la comisaria su preocupación por la “gravedad” de la crisis ocasionada por el colapso de Thomas Cook y le han pedido que se abra un expediente en el marco del Fondo Europeo de Globalización, “que está pensado para atender los efectos de la globalización y el ‘Bréxit’”.
“Es una crisis que se tiene que abordar con una mirada europea”, explicó la responsable de Turismo. “Somos varios los países afectados, en Baleares están en riesgo un millar de empleos de las filiales que tenía Thomas Cook”.
La ministra confió en que se sumen otros Estados a la petición española. En ese sentido, dijo que había mantenido ya conservaciones con los ministros responsables de Turismo de Portugal y Grecia, con la secretaria de Estado de Alemania y también se están haciendo gestiones con Italia.
Maroto subrayó que todas las Administraciones están arrimando el hombro, y Bruselas también tiene algo que decir para que “el impacto sea menor” en esta crisis.
Recordó que en los próximos días se convocará la comisión interministerial de Turismo, y ahí Gobierno y comunidades autónomas concretarán medidas para desarrollar el plan integral que se va a poner en marcha para dar respuesta a la crisis de Thomas Cook.
En la reunión del Consejo de Competitividad, España defendió un refuerzo de la política industrial europea y que se diseñen nuevos impuestos como el medioambiental en frontera (‘border tax’), según dijo Maroto.
España también abogó por un refuerzo de la financiación europea para abordar con garantías la transición a una economía baja en carbono.