El Salvador ofrecerá 30 dólares (25 euros) en bitcoin a aquellos ciudadanos que abran una cuenta en la nueva cartera digital creada por el Gobierno, que se llamará ‘Chivo’, con el objetivo de impulsar su uso.
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha explicado que los fondos serán depositados en la cuenta de cualquier ciudadano que se descargue y se registre como usuario con su teléfono móvil y número de identidad.
El presidente sigue defendiendo el uso de criptomonedas en El Salvador, insistiendo en que el uso del bitcoin ayudará al país a atraer inversión, impulsar el consumo y rebajar los costes en los envíos de remesas para millones de salvadoreños trabajando en el extranjero.
«¿Por qué creamos esta ley? Porque el bitcoin tiene un mercado de capitalización de 600.000 millones de dólares (504.000 millones de euros) a nivel global y si hacemos esto, los inversores y los turistas que tengan bitcoin vendrán al país y beneficiarán a los salvadoreños y a la economía», ha destacado Bukele.
Se tiene previsto que esta ley entre en vigor el 7 de septiembre. A partir de ese momento, los consumidores podrán pagar a las empresas con bitcoins desde sus cuentas por artículos listados en dólares. Pero, si los dueños de negocios quieren recibir el pago en dólares, pueden presionar un botón en la aplicación ‘Chivo’ para convertir los bitcoins inmediatamente a dólares.
Bukele ha comentado que esto «será totalmente opcional. El dólar seguirá siendo moneda de curso legal».
La cartera ‘Chivo’ estará disponible para descarga en el mes de septiembre y será compatible con otras carteras de bitcoin.
El Gobierno de El Salvador ofrecerá capacitación a las empresas sobre las transacciones de la criptodivisa y mejorará la penetración de Internet y los teléfonos móviles para impulsar el uso de la criptomoneda.
No obstante, la puesta en marcha de esta ley no ha sido bien recibida por organismos y agencias internacionales.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha advertido que existen los «riesgos significativos» de adoptar el bitcoin como moneda de curso legal, mientras que Fitch ha indicado que la adopción de esta criptomoneda como moneda en El Salvador puede aumentar los riesgos regulatorios para instituciones financieras, incluyendo la posibilidad de violar leyes contra el blanqueo de capitales y financiación del terrorismo.