Haruhiko Kuroda, gobernador del Banco de Japón, ha comentado que no existe ningún tipo de justificación para que el supervisor japonés elimine sus estímulos económicos, y ha reafirmado su confianza en que la tasa de inflación que tiene Japón alcanzará el objetivo marcado del 2% en el año 2018.
Durante un evento celebrado por Reuters en la ciudad de Tokio, Kuroda ha afirmado que «no hay razón en términos económicos y de evolución de los precios para reducir el nivel de acomodamiento monetario en este momento».
De esta forma, el máximo representante del Banco de Japón ha señalado que el diseño de la política monetaria japonesa debe realizarse con el propósito de alcanzar una inflación del 2%, tomando en cuenta la coyuntura económica que tiene el país, por lo que el banco central no realizará ningún incremento en el objetivo de tipos de interés en el largo plazo sólo porque haya aumentado en otros países.
En relación a la evolución de la economía japonesa, Kuroda ha comentado que se está consolidando la recuperación y se está manteniendo el «círculo virtuoso» de ingresos y gastos tanto para las empresas como los hogares, por lo que «la economía probablemente seguirá creciendo a un ritmo superior a su potencial».
De igual forma, Kuroda ha asegurado que «Japón ya no está en deflación«, aunque ha reconocido que el aumento de precios se ha estancado en los últimos meses debido al fortalecimiento del yen.
Sin embargo, el gobernador del Banco de Japón ha señalado que tiene plena confianza en que el IPC se ubicará en el 2% durante el ejercicio fiscal del año que viene.