La producción de cereales en América Latina y el Caribe presentó en 2013 un crecimiento del 8,8% respecto al año anterior, hasta alcanzar 221,4 millones de toneladas, principalmente por el desempeño de Brasil y Argentina, según ha informado esta semana la Oficina regional de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Según las estimaciones preliminares de la FAO, la producción de cereales se elevó el año pasado un 17,2% en Argentina y un 11% en Brasil.
Los países de Centroamérica y el Caribe también destacaron con la producción de un volumen de cereales superior en un 1,8% respecto a 2012. La producción de cereales en México superó los 34 millones de toneladas, gracias a la mejora de los rendimientos en los cultivos del maíz.
De acuerdo con los datos preliminares, la producción de la región de trigo cerró 2013 en 21,3 millones de toneladas, un 6% más que en 2012, y la de arroz en 28 millones de toneladas, un 2,2% más. En Sudamérica, la cosecha de cereales registró un 11% respecto a la cosecha de 2012, con 180 millones de toneladas.
Se atribuye este incremento a las buenas cosechas de maíz del primer semestre del año en Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, como resultado del aumento de la superficie sembrada y mejora en los rendimientos. La cosecha de este grano llegó a 123 millones de toneladas, un 18% más que en el período anterior.
En trigo, las estimaciones provisionales señalan una recuperación de los bajos niveles de producción en Sudamérica. Sin embargo, no superó los 18 millones de toneladas, manteniendo un promedio por debajo de los últimos cinco años.
En Paraguay se espera que la producción de trigo presente una contracción del 32%, como consecuencia de las intensas heladas, registradas entre los meses de julio y agosto, que generaron graves pérdidas de cosechas.
Brasil también experimentó graves pérdidas, debido también al mal clima y las heladas en Paraná, la principal área productora de trigo, que representa aproximadamente la mitad de la cosecha del país.
En Argentina, la producción de trigo subió un 7% como resultado de un aumento de la superficie plantada y la mejora de los rendimientos.