El crecimiento de la zona euro podría desacelerarse más de lo previsto, de acuerdo con el Sondeo de Encuestadores Profesionales del Banco Central Europeo (BCE) publicado el pasado viernes, respaldando la señal de la entidad de ralentizar el ritmo de retirada de su programa de estímulo.
Mario Draghi, el presidente del supervisor europeo, ha advertido que la desaceleración del crecimiento en la zona del euro podría ser más profunda y larga de lo previsto. Estos comentarios son considerados por los expertos como una señal de aplazamiento de la primera subida de tipos de interés.
El sondeo trimestral del BCE, un elemento clave en las deliberaciones de política del jueves, prevé que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) este año será del 1,5 por ciento, por debajo de la proyección previa del 1,8 por ciento.
La inflación caería al 1,5 por ciento desde una proyección anterior del 1,7 por ciento, muy por debajo del objetivo que se había fijado el ente central de casi el 2 por ciento.
Los analistas han apuntado que, en una señal ominosa para el BCE, el sondeo muestra que la inflación “a largo plazo” o para el año 2023 será del 1,8 por ciento, por debajo del 1,9 por ciento, sugiriendo que la confianza en la capacidad de la entidad de alcanzar su objetivo está decayendo.
El banco central no ha podido alcanzar sus objetivos inflacionarios desde principios del año 2013, pero argumenta que las medidas de estímulo están funcionando y las presiones sobre los precios están creciendo, lo que ha permitido una normalización política después de varios años de apoyo.
La encuesta que ha publicado el BCE estima que el crecimiento en el año 2020 será del 1,5 por ciento, frente a una estimación previa del 1,6 por ciento. Además, prevé una inflación del 1,6 por ciento en 2020, comparado con el 1,7 por ciento de hace tres meses.