El Instituto de Estudios Económicos (IEE) ha pedido mejorar los incentivos fiscales a I+D+i porque España ha quedado «rezagada» en la última década respecto a la UE.
El IEE ha sugerido “aumentar el apoyo a las inversiones empresariales en la materia a través de la mejora de la aplicación del marco de incentivos fiscales, reforzando la seguridad jurídica, simplificando y reduciendo la carga administrativa y ampliando las actividades deducibles, así como que las ayudas a los proyectos en la materia derivados de los fondos europeos se mantengan décadas tras el fin de los recursos europeos”.
El presidente del IEE, Íñigo Fernández de Mesa, y el director de Estrategia del servicio de FI Group, Víctor Cruz, han sido los encargados de presentar estas propuestas durante la presentación telemática del informe.
Fernández de Mesa ha lamentado «lo mal que compara España» en todos los indicadores de inversión en I+D+i, al haberse quedado «rezagada» en la última década, ya que el gasto que se realizó en 2018 fue del 1,2% del PIB, inferior al 2,1% que se gasta en el promedio de la UE, y muy lejos de las mejores referencias internacionales, como Israel, donde se alcanza el 4,9% o Corea del Sur, con el 4,5%, y también de la media de la OCDE, que se sitúa en el 2,4%.
Tomando la UE como referencia, y otorgándole un valor base de 100, el IEE ha elaborado un indicador de esfuerzo innovador que, para el año 2018, le concede a España 58,8 puntos, lo que supone más de un 40% inferior a la media de la Unión Europea y casi un 48% inferior al promedio de la OCDE.
Fernández de Mesa ha advertido de que en el análisis de los últimos diez años se observa que España «se está quedando rezagada frente a la media de la UE», mientras que Europa presenta unos crecimientos del gasto en I+D+i muy inferiores a los de las más pujantes economías asiáticas.
En 2018, el gasto en I+D+i del 1,2% es inferior al 1,3% de 2008 y al 1,4% de 2009 y 2010, perdiendo peso la inversión del sector público en la materia.
A pesar del mayor dinamismo del sector empresarial, que en 2018 concentra el 56,5% del total del gasto en I+D+i, no ha sido suficiente para acercar España a los niveles de la UE y de la OCDE, donde el gasto en I+D+i de las empresas se encuentra en el 66,3% y en el 70,6%, respectivamente.
Considerando la media de la UE con un nivel de 100, el esfuerzo innovador que realizan las empresas en España toma un valor de 49,6 puntos, más de un 50% inferior al promedio de la UE y un 58% inferior al de la OCDE.
Fernández de Mesa también ha lamentado que el apoyo del sector público en España a la inversión en I+D+i empresarial no ha tenido una evolución positiva, porque en 2017 el total de ayudas, incluyendo directas e indirectas, se ha situado en 1.090 millones de euros, apenas el 61,6% de las ayudas del año 2008.