Las fundaciones bancarias tienen hasta 2020 para constituir sus fondos de reserva, necesarios para mantener el control sobre los bancos en que se transformaron las antiguas cajas de ahorros de las que proceden. Este período comienza a correr a partir de la entrada en vigor de la circular del Banco de España, el pasado 20 de noviembre.
El decreto ley que definió el régimen normativo de las fundaciones bancarias, aprobado en 2013, establecía que “aquellas que mantuvieran el control sobre el banco procedente de una anterior caja de ahorros tenían cinco años para constituir el fondo de reserva que garantizara la capacidad del accionista de referencia de hacer frente a posibles problemas que surgieran en la entidad financiera y que provocaran la necesidad de recapitalizarla para su saneamiento”.
La constitución el fondo de reserva era una de las condiciones impuestas por las autoridades supervisoras y de la Unión Europea (UE) para aprobar el rescate financiero de las entidades españolas en dificultades y a las que el Estado español no podía ayudar directamente por no tener capacidad financiera para conseguir en los mercados los 40.000 millones de euros que finalmente se necesitaron para el saneamiento bancario.
Los cinco años serán contados desde la entrada en vigor de la circular, algo que ya ha ocurrido al publicarse en el Boletín Oficial del Estado el pasado 20 de noviembre y estar prevista su puesta en marcha al día siguiente de la publicación, lo que significa que el plazo no termina el 31 de diciembre de 2019, sino el 19 de noviembre de 2020, casi un año más y, sobre todo, que el esfuerzo que deben llevar a cabo las fundaciones que controlan un banco se reparten equilibradamente a lo largo de cinco ejercicios reales y no en cuatro más un mes del quinto, como habría ocurrido en el primer caso.
No se trata de una cuestión menor en absoluto, en especial para algunos casos como la fundación BBK que, al controlar el 57% de Kutxabank, tiene que constituir un fondo de reserva de 250 millones de euros que, dado que sus ingresos mayoritarios proceden de los resultados del banco, no es indiferente que tenga realmente cinco años para conseguirlo a poco más de cuatro.
Kutxabank ha recibido en los últimos tres años 73 millones de euros (poco más de 24 millones de euros anuales de media), y necesita que en los próximos cinco años más de 370 millones (74 millones por año) para apartar los 250 millones para el fondo, y poder seguir llevando a cabo los programas de la obra social que desarrolla la fundación.