Los ingresos por infraestructuras de redes 5G aumentarán un 89% en el año 2020, al obtener 4.176 millones de dólares (3.748 millones de euros), de acuerdo a unas estimaciones realizadas por Gartner.
La consultora tecnológica ha subrayado el auge que tienen las infraestructuras de la nueva tecnología móvil, que alcanzará una facturación de unos 6.806 millones de dólares (6.109 millones de euros) y será la segunda tecnología más utilizada por los proveedores de servicios de comunicaciones tras el 4G en el año 2021.
Gartner ha indicado que las inversiones en infraestructura de red 5G representarán el 6% del total de los ingresos por infraestructuras inalámbricas de los proveedores de servicios de comunicaciones este año. Para el año 2020, este porcentaje se elevará hasta el 12%.
Sylvain Fabre, el director senior de investigación de Gartner, ha explicado que para los despliegues de 5G ejecutados este año, los proveedores están utilizando la tecnología ‘non-stand-alone’ (NSA), que permite empezar a prestar de forma más rápida servicios de 5G aprovechando la infraestructura de la red 4G y con equipamiento de radio 5G.
No obstante, para el próximo año estos proveedores desplegarán la nueva tecnología móvil con el estándar ‘stand-alone’, que requerirá del equipamiento de radio y de la infraestructura de núcleo (‘core’) de la red sea propia del 5G. De esta forma, se reducirán los costes y mejorará la experiencia de usuario.
Gartner estima que el 7% de los proveedores de servicios de comunicaciones a nivel mundial ya han desplegado su infraestructura 5G y entre 2019 y 2020 las principales ciudades tendrán redes con la nueva tecnología móvil, que ya está operativa en países como Corea del Sur, Estados Unidos y algunos países de Europa como por ejemplo Suiza, Reino Unido y España, donde ha sido lanzada por Vodafone.
En telecomunicaciones, 5G son las siglas utilizadas para referirse a la quinta generación de tecnologías de telefonía móvil. Aunque a 2019 se lanzaron las primeras redes comerciales, se prevé que su uso se extienda exponencialmente desde 2020. La velocidad a la que permite navegar esta tecnología en dispositivos móviles es de hasta 1.2 gigabits por segundo.