Standard and Poor’s (S&P) ha informado que, a pesar de los progresos realizados por los bancos franceses para incrementar sus fondos propios, tendencia que se espera que continúe este año y el próximo, eso no será suficiente para elevar sus calificaciones.
Ese incremento de la relación de fondos propios «será insuficiente para convertirse en una fuerza para la calificación de los bancos franceses», destacó en un comunicado S&P.
S&P reconoció que las cinco grandes entidades francesas siguieron reforzando la ratio de fondos propios en 2015, de forma que terminaron ese año con un RAC (Risk Adjusted Capital) del 7,9 %. Pero a continuación puntualizó que esa cifra es inferior al 8,9 % de media de los 50 principales bancos europeos, excluidos los franceses.
En 2016 y 2017, los bancos van a seguir con el aumento de esos «cojines» financieros en respuesta a las exigencias de las autoridades de regulación, y eso se hará principalmente por generación interna, es decir, por los beneficios que no se van a distribuir a los accionistas en forma de dividendos.
Pero el ritmo de constitución de fondos propios van a ser «más moderados» por un contexto «difícil» en Europa, sobre todo por la política de bajos tipos de interés.
Uno de los elementos que pesan es el incremento de los costos operativos por requerimientos reglamentarios, de forma que no se pueden aprovechar plenamente los efectos de los planes de reducción de gastos.
Otro es que los bancos están acelerando la concesión de créditos para compensar la pérdida de márgenes por los bajos tipos de interés, y eso aumenta sus balances.
En cuanto al reparto de dividendos, todas las entidades no tienen las mismas políticas.
A la vista de todos esos elementos, S&P prevé que los bancos franceses no van a recuperar de forma significativa el retraso en su ratio de fondos propios con respecto a la media de las 50 grandes entidades financieras europeas.