El déficit público de Francia ha cerrado el 2017 en 2,6% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que supone ocho décimas menos que el dato del año anterior.
El Instituto Nacional de Estadística (INSEE) ha explicado en un informe que se trata de la primera vez desde el 2007 que Francia logra situar el desequilibrio negativo de sus cuentas por debajo del umbral del 3% establecido por las reglas de Europa.
Los datos del INSEE mostraron que la mejora, mayor de lo esperado, de las finanzas públicas de Francia también se debe en gran parte a unos ingresos fiscales más elevados, impulsados por el tirón del crecimiento económico.
La carga tributaria de Francia alcanzó un nuevo récord de 45,4% del Producto Interno Bruto en el 2017, desde el 44,6% del año anterior. Los gastos del gobierno aumentaron en un 2,5%, mientras que los ingresos del gobierno se elevaron en un 4%.
El ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire, ha señalado que «hemos mantenido el compromiso del presidente de la República: estamos muy por debajo del déficit público del 3% por primera vez en 10 años, gracias al retorno del crecimiento y las decisiones valerosas».
Sin embargo, Bruno Le Maire ha agregado que la deuda pública «sigue aumentando» y Francia tiene que seguir pidiendo prestado para pagar su deuda.
Al término del año pasado, la deuda pública de Francia alcanzó los 2,21 billones de euros, una cifra superior en 65.900 millones de euros a la de 2016 y que equivale al 97% del PIB, frente al 96,6% de 2016.
En relación a la evolución del PIB, en el cuarto trimestre del año pasado la economía de Francia creció en torno a un 0,6% en comparación al tercer trimestre, cuando la expansión del país fue del 0,5%. En comparación con el mismo periodo de 2016, el crecimiento del PIB de Francia fue del 2%, en comparación al 1,1% del año precedente.