El gasto público está impulsando la economía de Alemania, que en 2016 obtuvo un superávit presupuestario récord como consecuencia del incremento de sus ingresos fiscales, el empleo, y unos costes de endeudamiento inferiores.
Los datos publicados recientemente por la Oficina Federal de Estadísticas (Destatis) dejan claro que el Estado alemán ha obtenido un superávit por tres años y el excedente se ubicó en 2016 en 23.700 millones de euros, la cifra más importante desde que se reunificó el país en 1990.
La economía más importante en Europa tiene a su disposición un importante colchón fiscal, que puede ser bastante útil en momentos en que las autoridades están tratando de alojar e integrar a cientos de miles de inmigrantes que han recibido durante los últimos años.
Otro dato publicado por la Oficina de Estadísticas germana ha señalado que el gasto estatal fue un factor determinante en la promoción a la actividad, debido a que el PIB se incrementó 1,9% el año pasado. Según la ley presupuestaria de Alemania, el superávit que tiene el Gobierno federal de 7.700 millones de euros debe ser invertido en gastos relacionados con los refugiados.
El crecimiento obtenido en 2016 fue el más elevado en media década y el Ministerio de Finanzas estima que el gasto de las familias y de autoridades públicas va a impulsar nuevamente el PIB este año, fortaleciendo un alejamiento de la actividad exportadora en la que históricamente se ha sustentado a Alemania.
Los datos publicados por Destatis confirmaron las lecturas iniciales en relación al comportamiento del PIB y apuntaron a un crecimiento de 0,4% durante el cuarto trimestre.
El Gobierno de Alemania prevé que el crecimiento de la economía germana se sitúe en el 1,4% durante 2017.