Según la agencia de calificación Standard & Poor’s, los resultados de las elecciones en Italia no afectarán de manera inmediata a la nota ‘BBB+’ de su deuda. La agencia opina que el nuevo Gobierno, sea cual sea su composición, no modificará la actual política de consolidación fiscal.
«Nuestro escenario base de expectativas es que, independientemente de la composición del Gobierno, la consolidación fiscal no se desviará de su actual senda debido al elevado nivel de deuda pública, que podría haber alcanzado el 127% del PIB a finales de 2012», indicó.
«Creemos que es el crecimiento económico, más que la evolución fiscal lo que limita la solvencia de Italia», apuntó la agencia que señaló el riesgo de que el nuevo Gobierno no sea lo suficientemente fuerte como para aplicar las reformas estructurales necesarias para mejorar las perspectivas de crecimiento del país, lo que condenaría a Italia a un prolongado periodo de debilidad económica.
La agencia calificadora estima que las negociaciones para formar un nuevo Gobierno podrían durar un mes, y entiende que las decisiones políticas del nuevo Ejecutivo serán clave para la solvencia de Italia.
No obstante, S&P ha afirmado que «a la luz de las significativas diferencias entre los mayores partidos, las incertidumbres respecto al sentido de estas políticas continúan siendo numerosas».