Europastry ha explicado que el inicio del proceso de ‘book-building’ está previsto para este viernes y que se espera que finalice el próximo 8 de octubre, por lo que el precio final de la oferta se fijará ese mismo día.
La empresa prevé usar los fondos logrados con la operación para «aprovechar oportunidades de crecimiento inorgánico», así como para reducir el endeudamiento en el corto plazo.
La operación contempla que la familia Galles, propietaria de la empresa, controlará más del 60% de Europastry tras la salida a bolsa. Por otro lado, la capitalización máxima –si existe sobreadjudicación y se alcanza el precio máximo– sería de 1.570 millones de euros.
COMPONENTE SECUNDARIO
La compañía ha explicado que la oferta incluye un componente secundario compuesto principalmente por la totalidad de las acciones titularidad de Exponent, un fondo controlado por MCH Private Equity y que controla el 20,7% del capital de la compañía antes de la operación.
Asimismo, la sociedad controlada por la familia Galles y que es accionista de referencia de Europastry, Galles Office, y la sociedad controlada por el consejero delegado, Jordi Morral, Indinura, prevén vender una participación minoritaria en la operación.
CRITERIA
El folleto remitido a la CNMV apunta que en el contexto de la oferta, Europastry ha alcanzado un acuerdo con CriteriaCaixa para que el ‘holding’ se haga con «no menos del 5% del capital social de la empresa».
«Criteria Caixa se ha comprometido irrevocablemente a comprar o suscribir en la oferta, al precio de la oferta, acciones que representen el 5,0% de las acciones que se encuentren emitidas inmediatamente después de la oferta», explica.
En todo caso, este acuerdo excluye «cualquier acción que pueda emitirse como resultado del ejercicio de la opción de sobreadjudicación».
La inversión de Criteria en la empresa respondería a la nueva política inversora anunciada por su consejero delegado, Ángel Simón, el pasado junio y con el que pretende alcanzar un valor bruto de los activos (GAV) de 40.000 millones de euros en 2030.
Esta política diversificadora de la inversión incluye empresas como Puig, Colonial o ACS, y un incremento de su participación en Telefónica.
Uno de los objetivos de la nueva estrategia es realizar inversiones en empresas cotizadas, diversificadas en geografías y sectores, para alcanzar una rentabilidad mayor y con la voluntad de ser influyentes, aunque no a largo plazo, y con una estrategia de rotación de activos.