El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha prorrogado por un año más el embargo de compras agrícolas que impuso en el año 2014 en respuesta a las sanciones que la Unión Europea (UE), Estados Unidos y otros países introdujeron contra Rusia por su injerencia en el conflicto ucraniano.
Putin ha firmado un decreto que extiende hasta el 31 de diciembre del año 2020 la orden que prohíbe o restringe las importaciones de productos agrícolas, materias primas y alimentos de los países que secundaron las sanciones contra altos funcionarios, bancos, empresas y petroleras rusas, entre otros.
La primera vez que Rusia impuso este embargo alimentario, que ha ido extendiendo cada año, fue en el mes de agosto de 2014 con el objetivo de “proteger la seguridad de la Federación Rusa”.
La decisión tomada por el Gobierno de Rusia de prolongar el embargo se ha presentado solo cuatro días después de que los líderes de la Unión Europea acordaran extender seis meses las sanciones económicas impuestas a Rusia por su papel en la crisis separatista en el este de Ucrania y no haber aplicado los acuerdos de paz de Minsk.
La Unión Europea condiciona el fin de las sanciones económicas a Rusia a la aplicación total del acuerdo de Minsk, aunque aún hay carencias en su implementación, que incluye la retirada de armamento pesado o el respeto al alto el fuego.
Las primeras restricciones fueron establecidas por la Unión Europea el 31 de julio del año 2014, en un principio por un período de un año, como respuesta a “las acciones emprendidas por Rusia, que suponían la desestabilización de la situación en Ucrania”.
A casi cinco años de haber decretado su embargo a los productos alimentarios occidentales, la producción agraria de Rusia sigue creciendo y el país se ha fijado objetivos de autosuficiencia alimentaria para el 2020.
De acuerdo con las estadísticas del Ministerio de Agricultura ruso, la autosuficiencia es una realidad en cereales y en patata desde 2010. También se ha alcanzado en el caso de las carnes en general, con un aumento de la producción de carne de ave del 200% en 15 años y de la carne de porcino del 100%.