La confianza empresarial alemana ha caído en el mes de junio a su peor nivel en más de un año.
Una encuesta publicada esta semana sugiere que los ánimos de los ejecutivos de las empresas de Alemania están bajando ante la amenaza de una posible guerra comercial global.
La actividad en los cuatro sectores económicos (manufacturas, servicios, comercio y construcción) que mide el instituto económico Ifo han caído, lo que supone una nueva señal de que la economía se está enfriando tras el ‘boom’ alcanzado el año pasado.
El Ifo ha detallado que su índice de clima empresarial ha caído hasta los 101,8 puntos en el mes de junio, el menor nivel que ha registrado desde mayo de 2017.
Clemens Fuest, jefe de Ifo, ha dicho que “el viento de cola del que disfrutaba la economía alemana está amainando”.
Sin embargo, los economistas han descartado una posible recesión y prevén que la economía seguirá creciendo, aunque a un ritmo más lento que el 2,5% del año pasado.
Uwe Burkert, del banco LBBW, ha indicado que “la modesta caída reafirma nuestra (…) narrativa de una desaceleración económica a un nivel de crecimiento normal. No obstante no es un cambio de tendencia y ciertamente no es una recesión”.
En los primeros cuatro meses del año, la actividad industrial y las exportaciones fueron débiles, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado con imponer fuertes aranceles a las importaciones de automóviles desde Europa, comercio dominado por Alemania, además de los aranceles unilaterales sobre los metales.
Por otro lado, los líderes empresariales de Alemania están preocupados de que una confrontación comercial paralela entre Washington y Pekín genere consecuencias negativas a los exportadores que dependen de las dos economías más grandes del mundo para crecer.
Klaus Wohlrabe, economista del Ifo, ha señalado que “el boom se acabó. La economía alemana está encaminándose hacia la normalización. La discusión sobre una guerra comercial, desatada por Trump, está pesando en el ánimo. La incertidumbre ha crecido ligeramente”.