Mercer ha informado que el 87% de las empresas en España no ha suspendido los aportes a los planes de jubilación de la plantilla durante la crisis del coronavirus.
No obstante, la firma ha explicado que una fracción «importante» de las empresas tiene previsto suspender estas aportaciones a los planes de empleo, debido a la situación económica y social.
Los analistas han apuntado que las reducciones salariales han traído como consecuencia la disminución de las aportaciones, al mismo tiempo que el sistema público de pensiones se ha debilitado debido a la paralización económica.
En este contexto, Mercer ha señalado que existe la necesidad de flexibilizar las estructuras para mejorar los rendimientos, así como también el uso de vehículos de inversión diversificados que refuercen la previsión de los riesgos.
Para mejorar el rendimiento de los sistemas de ahorro, los expertos de Mercer consideran necesario que las empresas tengan una estrategia de inversión diversificada y sin concentración de riesgos, y que contemple el perfil de riesgo de cada colectivo de la plantilla basándose en su edad, más o menos próxima a la jubilación.
El vehículo que consideran más adecuado es el del plan de pensiones de ciclo de vida, un instrumento que puede implementarse en cualquier momento y al que se puede migrar sin tributar, conservando el régimen fiscal transitorio que permite la deducción del 40% por capitalización.
Además, Mercer ha destacado el previsible aumento de las jubilaciones anticipadas, de las prestaciones por incapacidad y el rescate de fondos de pensiones.
Mercer ha propuesto la revisión de los convenios colectivos, la negociación de los seguros para ajustarlos a los tipos de interés más bajos, la puesta en marcha de sistemas de retribución flexible para empleados y la ampliación de las coberturas de riesgos relativos longevidad e inflación.
Si esto no se lleva a cabo, desde Mercer advierten que «peligra tanto el sistema público de previsión como el privado».