Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE) se reunieron el martes, en un encuentro virtual, con el objetivo de evitar que la crisis económica pase a ser financiera.
Antes de participar en la reunión telemática con sus homólogos europeos, la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, aseguró que ni España ni «ningún país» tiene la necesidad de recurrir a este instrumento.
Se han valorado varias medidas, entre ellas, que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) -el fondo de rescate de la eurozona- otorgue líneas de crédito preventivas a un número de Estados, sujetas a determinadas condiciones.
La ventaja de esta propuesta es que el Banco Central Europeo (BCE) podría comprar sin límite deuda soberana de los países.
De acuerdo a lo que ha explicado el presidente del Eurogrupo, Mário Centeno, entre los ministros del Eurogrupo existe un «amplio apoyo» de que el Mecanismo Europeo de Estabilidad proporcione una línea de financiación específica para todos aquellos países que se vean en la necesidad de solicitar fondos para luchar contra la pandemia de coronavirus.
En concreto, los países que forman parte de la eurozona podrían recibir fondos equivalentes hasta el 2 % de su Producto Interno Bruto.
Centeno ha informado que «aunque hay amplio apoyo en torno a estas características, se necesita más trabajo sobre los detalles» y que va a depender de los jefes de Estado y de Gobierno decidir la respuesta concreta de la Unión Europea en su cumbre telemática que se celebrará el jueves.
El presidente del Eurogrupo ha asegurado que «estamos comprometidos a explorar todas las posibilidades necesarias para ayudar a nuestras economías a superar estos tiempos difíciles. Esto involucra a todas nuestras instituciones». Para Centeno, «el desafío al que se enfrentan nuestras economías hoy no es de ninguna manera similar a la crisis anterior».