La rotura de ‘stock’ en la distribución en España se situó en el 7% al inicio del confinamiento derivado de la crisis sanitaria del coronavirus, el dato más bajo de Europa.
Esta rotura se produce en el momento en el que una empresa no tiene cantidad suficiente de un determinado producto o varios y, por lo tanto, no puede abastecer la demanda de sus clientes.
La distribución española se ubica como la que mejor ha respondido al aumento de la demanda en Europa en marzo de 2020, al colocarse la rotura de ‘stock’ muy lejos de países como Italia o Bélgica, donde se alcanzaron picos del 12% o Francia, donde la falta de productos en los lineales llegó a rozar el 18%.
La distribución en España también ha salido airosa al comprarse con las potencias mundiales del retail, con una evolución del índice muy similar a la de Canadá durante toda la crisis y una respuesta mucho mejor a la de, por ejemplo, Australia, que llegó al 20% de falta de stock en los primeros días del confinamiento, de acuerdo al ‘Barómetro OSA’ de Aecoc y Nielsen.
Javier Millán-Astray, el director general de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged), ha señalado que «la cadena de alimentación española funciona bastante bien y, lo más importante, es que generamos confianza en el consumidor».
Durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados ante la Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación, el directivo dijo que la cadena alimentaria de España es «una de las mejores del mundo», como lo ha demostrado durante las primeras semanas del confinamiento, en las que se produjeron situaciones de acopio, con «un esfuerzo colosal».
Millán-Astray ha asegurado que «la cadena alimentaria hizo un esfuerzo descomunal, pero con un resultado excelente y admirado internacionalmente» y ha agregado que en esos días el 92% de los consumidores que fueron a un supermercado o hipermercado encontraron el producto que iban buscando.
Por otro lado, el directivo ha explicado que en situaciones como la ocasionada por el temporal ‘Filomena’, que provocó que los camiones no pudieran llegar a determinadas tiendas, no se observó un fenómeno de acaparamiento, que «posiblemente en estas circunstancias hubiera estado más justificado que en marzo. Esto quiere decir que la sociedad confía en la cadena alimentaria española y ese es un tema que hay que poner en valor y dejar constancia».
En este sentido, Millán-Astray ha destacado que «la distribución tiene un papel importante en la cadena y es una herramienta muy útil para la solución de los problemas del sector agrario: estructurales, ante la falta de dimensión, y coyunturales, que dependen de factores como la climatología».