El Banco Popular de China ha inyectado unos 150.000 millones de yuanes (18.947 millones de euros) en el sistema financiero del país asiático, a través de una serie de operaciones de mercado abierto.
Esta inyección de liquidez le sigue a otras dos efectuadas el lunes y el martes, todas mediante acuerdos de recompra inversa, también conocidos como «repos», un instrumento por el que se venden valores condicionados a un acuerdo para recomprarlos en una fecha posterior.
De acuerdo con un comunicado del Banco Popular de China citado por la agencia oficial Xinhua, el total inyectado en estos tres días ha alcanzado la cifra de 390.000 millones de yuanes (49.308 millones de euros). Las «repos» tienen un vencimiento de siete días y un tipo de interés de un 2,55%.
La intervención del banco central de China tiene como objetivo aliviar las tensiones de la liquidez y compensar el impacto de los pagos de nuevos bonos gubernamentales.
El Gobierno de China reconoció hace unos días «desafíos del exterior que traerán incertidumbres» y «presiones a la baja» para la economía del gigante asiático, cuyo Producto Interior Bruto creció en el tercer trimestre de 2018 a un ritmo del 6,5% interanual. Los analistas han destacado que se trató del crecimiento más débil desde el tercer trimestre del año 2009.
El banco central de China, que ha optado cada vez más por las operaciones de mercado abierto en su gestión de la liquidez, en vez de las rebajas de los tipos de interés o los coeficientes de reservas obligatorias, ha indicado que seguirá implementando una política monetaria «prudente y neutral».
China seguirá implementando una política monetaria prudente y neutral y abordará de forma apropiada la relación entre estabilizar el crecimiento, reducir el apalancamiento y fortalecer el control reglamentario, de acuerdo con un comunicado publicado tras una reunión del comité de estabilidad y desarrollo financieros del Consejo de Estado, el gabinete chino.