El precio de las viviendas en China ha caído a mínimos de nueve meses en enero. Los analistas han destacado que se trata de una nueva señal de que la desaceleración de la economía está afectando la confianza del consumidor.
El debilitamiento de los aumentos de precios apunta a tensiones en el enorme sector inmobiliario de China y establece una serie de dudas sobre si más ciudades podrán correr el riesgo de aflojar las restricciones.
Los precios promedio de las viviendas nuevas en 70 grandes ciudades de China se elevaron un 0,6 por ciento en enero, el ritmo más débil que se ha registrado desde abril de 2018, de acuerdo con los cálculos de Reuters que se basan en datos de la Oficina Nacional de Estadísticas.
La agencia de noticias Reuters ha señalado que la cifra del mes pasado es inferior a la subida de 0,8 por ciento registrado en diciembre de 2018, pero de todas maneras marca 45 meses consecutivos de aumentos de precios.
Aunque los incrementos mensuales de los precios se están desacelerando en muchas ciudades de China, los analistas han apuntado que aún no hay motivo de alarma, y han agregado que en la comparación interanual el indicador ha mostrado un incremento de 10 por ciento, lo que apunta a una fuerte demanda subyacente de vivienda.
En el mes de diciembre, el crecimiento interanual fue del 9,7 por ciento.
Del total de 70 ciudades que sigue el índice, 58 reportaron precios más altos durante el mes de enero, frente a las 59 ciudades de diciembre.
La economía de China ha crecido a su ritmo más débil en 28 años como consecuencia de las tensiones comerciales con Estados Unidos y a la campaña de Pekín para dar fin a los riesgos de la deuda, lo que ha afectado la confianza del consumidor y las perspectivas para el mercado inmobiliario residencial del país.