El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Jacob Lew, ha advertido a Donald Trump que sus planes de reducir impuestos y aumentar la inversión en infraestructura podrían agudizar la crisis fiscal.
Lew ha comentado durante una entrevista que “si abres una gran brecha fiscal, el único modo de cerrarla es reduciendo los gastos y aumentando los impuestos” y ha advertido que esas medidas podrían poner en peligro los programas de asistencia sanitaria y alimenticia que se ofrecen a los sectores más necesitados.
El año fiscal pasado, el déficit presupuestario aumentó un 34%, alcanzando los 587.000 millones de dólares, lo que supone un 3,2% del PIB.
El Gobierno venía reduciendo este desequilibrio desde el año 2009, cuando los números rojos se dispararon hasta 1,4 billones de dólares por la crisis financiera.
No obstante, la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) estima que a partir de ahora el déficit crecerá hasta alcanzar un billón de dólares en el año 2022, debido al alza en los costos asociados a la Seguridad Social en consonancia con el envejecimiento de la población. Esto sin tomar en consideración los planes de Trump que buscan reducir los impuestos y aumentar la inversión en infraestructuras públicas.
De acuerdo a lo que ha indicado el secretario del Tesoro, el déficit presupuestario es algo que “no se puede ignorar”.
Por otro lado, en relación al equipo económico de Trump y el Congreso, Lew sospecha que “el ambiente en Washington no se va a centrar tanto en la brecha fiscal en los próximos pero es verdaderamente importante que la mantengamos vigilada”.
Donald Trump ha presentado una propuesta para recomponer el sistema fiscal y reducir la carga impositiva a las empresas para reactivar la economía.