El producto interior bruto (PIB) francés bajó un 0,1% en el tercer trimestre, según los datos definitivos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INSEE), que revisó al alza los datos del segundo trimestre.
Estadística precisó en un comunicado que la subida de la economía entre abril y junio fue del 0,6%, una décima más que lo anunciado con anterioridad.
En cambio, el INSEE confirmó que la evolución del PIB galo volvió a los números rojos en el tercer trimestre, tras haber salido de la contracción en el anterior.
El mercado interior desaceleró su progreso, con una subida del 0,1%, frente al 0,4% en el trimestre precedente, mientras que la formación bruta del capital se contrajo un 0,4%.
Las exportaciones cayeron un 1,3%, frente a la bajada del 1, % del segundo trimestre, mientras que las importaciones mantuvieron su dinamismo, con una subida del 0,9%, seis décimas menos que en los tres meses anteriores.
El sector exterior tuvo una contribución negativa del 0,6% al PIB, frente a la décima positiva del segundo trimestre.
Las variaciones de productos almacenados, por su parte, contribuyeron con medio punto porcentual al PIB, frente a una décima de los tres meses precedentes.
Las cifras revelan un freno en el crecimiento de los salarios, el mantenimiento de la subida de las prestaciones sociales y la subida de los impuestos, en particular los de la renta y el patrimonio.
Los ingresos disponibles de los franceses crecieron en el trimestre un 0,1%, tras la subida del 0,4% del anterior. En paralelo subieron los precios un 0,2%, lo que contrajo el poder adquisitivo de los particulares.
El INSEE añadió que la deuda pública francesa se situó a finales del tercer trimestre en el 92,7% del PIB, lo que supone una bajada del 0,8%, asentada en la caída del endeudamiento del Estado, aunque también bajó la de la seguridad social y los otros organismos asociados.